Inseguridad, costos de operación y tráfico: retos a enfrentar de la última milla
Actualmente, México vive un momento único en términos de estrategia de nearshoring, es decir, cada vez hay más empresas extranjeras y ubicadas en otras naciones que transfieren su prestación de servicios y/o procesos a terceros ubicados en el país con el propósito de llegar a LATAM, generar mejores resultados y reducir costos.
“El nearshoring es una realidad que los datos de instituciones globales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), son por demás positivos, estamos hablando de México como el país con mayor beneficio por la relocalización en la región, con un potencial de obtener hasta $35,300 millones de dólares al año en exportación de bienes. El reto está en el traslado de operaciones y, sobre todo, una vez asentadas, en encontrar la manera de eficientar tiempos y costos”, explica Gonzalo Fuenzalida Zegers, Co-Founder & Chief Commercial Officer Tranciti.
Lo anterior viene de la mano de una nueva gran variedad de retos para la última milla, que es el último tramo de un viaje que incorpora el movimiento de una mercancía o producto desde el centro de distribución, tienda o almacén al consumidor final.
Actualmente, una de las grandes problemáticas que enfrenta el país es la inseguridad, por ejemplo, el robo en autotransporte, que solo en 2022 creció en un 6.7%. Por otro lado, es posible registrar el aumento de costos de operación, de hecho, en un momento México contó con una tasa de interés récord de 11.25%. Imposible no mencionar también el alza en el precio del combustible.
Por otro lado, la rapidez del tráfico de paquetes es otro de los grandes retos que enfrenta el mundo de la logística, puesto que, entre 2021 y 2022 aumentó de 2 minutos a 10 segundos, tiempo promedio para recorrer 10 kilómetros en la ciudad de México.
A la vez, de acuerdo a cifras de la industria se espera una demanda de crecimiento de 2.5 millones de metros cuadrados en parques industriales y logísticos, de un total de 6 millones de metros cuadrados destinados a empresas que se sumarán al Nearshoring. A la vez que en los próximos tres años, las entregas de última milla alcancen un crecimiento entre un 24 y 25%.
“En México ya se encuentran las empresas con la capacidad tecnológica para entregar soluciones en la logística del transporte, estas compañías son conocidas como “Logtech”, algo similar a lo que son las “Fintech” para el mundo financiero. Ya no se trata de que las ventajas sean solo cercanía y costos de mano de obra más baratos, sino que en este momento en nuestra región contamos con las herramientas para entregar un servicio a nivel mundial, cumpliendo con creces las necesidades que puedan tener las empresas para los mercados más exigentes”, explica el directivo.
“Nosotros apoyamos a los clientes mediante los años de experiencia que tenemos como Logtech en el mercado, tanto con la curva de conocimiento como con la implementación de nuestra solución. Además, hacemos un seguimiento completo como empresa para apoyarlos a que la herramienta quede operativa y la puedan seguir manejando de manera autónoma”, explica Fedora Cabal Wallis, Commercial Leader México Tranciti.
De cara a todos los retos expuestos anteriormente, la gran pregunta que surge es ¿de qué forma los negocios de logística y de última milla pueden responder óptimamente? En este aspecto, la tecnología se convierte en un actor clave para optimizar los procesos logísticos, en especial los referidos a la última milla, así como también la formación de alianzas estratégicas y colaboración. Todo lo anterior no solo ayuda a mejorar los resultados, sino que además, a abaratar costos y entregar experiencias de excelencia a los clientes.
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